
Revista Fidélitas ׀ Vol.2 (1) ׀ Mayo 2021 9
En términos de objetivos, diversas fuentes hacen un
paralelismo entre la política monetaria y la scal (Cuadrado,
2010; De Gregorio, 2007; Martner, 2000). Las coincidencias
entre ellos señalan el control del desempleo, crecimiento
económico, estabilización de precios y salarios.
Del mismo modo, la literatura consultada (Cuadrado,
2010; De Gregorio, 2007; Martner, 2000) concuerda
acerca de la instrumentación disponible para la política
scal: la jación de cargas tributarias y el control del
gasto público. De modo muy general, se establece que
los impuestos regulan la cantidad de dinero disponible
para el consumo mientras se puede promover el gasto
del gobierno; adicionalmente tienen un efecto sobre la
cantidad de inversión extranjera que arriba a un país. En
cuando a los ajustes en gastos del gobierno, su incremento
es percibido como un estímulo a la actividad económica,
que hace dinero disponible en la economía aumentando el
consumo y posiblemente disminuyendo el desempleo. Sin
excepción, las fuentes convergen en un delicado equilibrio
en el uso de la instrumentación para lograr los efectos
deseados y en el estrecho vínculo interrelacionado entre la
política scal y la monetaria.
Política monetaria
La lectura de Martner (2000) y De Gregorio (2007)
permite inferir que la política monetaria es el conjunto de
medidas de la política económica, determinadas por los
bancos centrales, para inuenciar los niveles de actividad
en la economía. Generalmente se vale del control de la
disponibilidad de dinero en la economía, el tipo de cambio
y la administración de las tasas de interés.
Tanto Cuadrado (2010), De Gregorio (2007) y Martner
(2000) destacan los objetivos comunes de las políticas
monetarias y scales. Como se mencionó en el apartado
anterior entre ellos se cuentan: control del desempleo,
crecimiento económico, estabilización de precios y salarios.
En particular tanto Martner como Cuadrado, enfatizan
que la modulación de las metas inacionarias actúa como
punto de convergencia y corrección de las acciones para el
alcance de los demás objetivos de la política monetaria.
Desde una perspectiva genérica, los conjuntos de medidas
de la política monetaria pueden clasicarse en dos tipos: de
expansión y contracción. La primera relacionada con bajas
tasas de interés para promover la inversión, el consumo,
la disponibilidad de dinero y la generación de empleo. La
segunda actúa a la inversa en relación con los intereses y el
dinero disponible, pero se logra un efecto de reducción de
la inación (Encyclopædia Britannica, 2019).
En términos de la instrumentación usada, los bancos
centrales cuentan con prácticas como el endeudamiento a
través de operaciones de mercado abierto (para aumentar
la cantidad de dinero en el sistema), manejo de la tasa de
política monetaria (la tasa a la que otros bancos pueden
recibir recursos del banco central) y variaciones en los
porcentajes de reserva obligatorios, conocido también
como encaje bancario (Cuadrado, 2010).
3. Análisis del entorno empresarial y política
económica
Ya planteado el carácter abierto, adaptable y autorreferente
del sistema político y establecido que la política económica
es un producto de este sistema; resulta evidente el incluir
al sistema empresarial en el contexto de las interrelaciones
generadas en el sistema político. Como elemento relevante
en el sistema político, las empresas están sujetas a la
asignación autoritaria de medidas, así como a la valoración
obligatoria de estas, a la determinación de su reacción
propia y a la observación de las reacciones de otros
elementos en el sistema. En resumen, la empresa está
inmersa en un ambiente complejo, evolutivo, de lógica
circular y en constante retroalimentación (Zuñiga, 2016).
Zuñiga (2016) anota que los métodos clásicos de análisis
estratégico empresarial se han limitado a la anticipación
de relaciones bilaterales con proveedores, clientes,
entidades de gobierno, accionistas, las comunidades y
otras partes interesadas. La dimensión política del análisis
del entorno se ha restringido a una cuanticación estática
de las regulaciones gubernamentales. Este tipo de análisis
coarta la capacidad de las empresas de entender los rasgos
fundamentales del entorno, que como indica Zuñiga es
turbulento, relacional, multidimensional y global.
Esta privación en la compresión de la complejidad del
ambiente, conna la toma de decisiones estratégicas en
las empresas a la valoración de interacciones binarias y
en la mayoría de los casos unidireccionales. Como señala
Shwaninger (2000), el camino hacia una organización
inteligente lleva consigo la adquisición de habilidades
particulares como: adaptación a condiciones cambiantes,
la capacidad para inuenciar el ambiente, encontrar
nuevos giros de negocio si fuera necesario e incluso poder
contribuir a la sostenibilidad del entorno como un todo.
En una referencia directa hacia las interrelaciones de la
política económica con el sistema empresarial, Martner
(2000) va más allá de las circunspecciones teóricas de las
políticas económicas y añade elaboraciones relacionadas
con las interacciones de los diferentes participantes del
sistema político: establece la complejidad dogmática y
pragmática del sistema.
En un análisis del entorno referido a política económica,
las consideraciones scales y monetarias, por ejemplo,
no pueden verse por separado (De Gregorio, 2007). Es
importante comprender el resultado de las interacciones
entre ambas: las tasas de interés, el tipo de cambio, la
carga tributaria, el control de precios, los estímulos
gubernamentales, la disponibilidad de dinero. Por ejemplo,
una política scal expansiva puede derivar en décit scal,
que a su vez podría disparar una colocación excesiva de
dinero en el sistema para nanciar el desbalance; esto